La expresión “tengo el corazón roto” es muy popular, pero es solo una metáfora, ya que fisiológicamente hablado, el corazón no se puede romper. Sin embargo, hay algo de verdad en este dicho, ya que existe una afección llamada “Síndrome del Corazón Roto” que puede tener consecuencias para la salud.
Sigue leyendo para conocer más sobre esta condición.
¿Qué es el Síndrome del Corazón Roto?
El Síndrome del Corazón Roto, también llamado “Miocardiopatía por estrés”, es una afección cardíaca que altera la función del corazón y afecta solo a una parte de este órgano.
Este padecimiento también se conoce como “Síndrome de Takotsubo”, ya que el Takotsubo es una trampa japonesa para atrapar pulpos que es muy similar a la imagen de corazón roto que muestra el cateterismo.
Esta condición puede ser confundida fácilmente por una infarto, ya que comparten síntomas, como el dolor en el pecho o dificultad para respirar que aparecen repentinamente.
Para distinguir este síndrome de un ataque cardíaco, es importante realizar pruebas diagnósticas. Incluso un electrocardiograma puede mostrar datos sugestivos de infarto, pero es en el cateterismo dónde se encuentran las trombosis o lesiones coronarias.
¿Qué lo causa?
Se llama síndrome del corazón roto porque puede ser causado por un evento traumático y estresante, como puede ser una ruptura amorosa, la pérdida de un ser querido o algún accidente.
En algunas ocasiones también puede ser causado como consecuencia de una enfermedad grave o por alguna cirugía.
Estudios han demostrado que el virus COVID-19 puede causar estragos en el corazón, provocando problemas como el Síndrome del corazón roto. Aunque esto no está comprobado, sí es una posibilidad.
Puedes conocer más sobre las consecuencias del COVID-19 en la salud cardíaca, dando clic aquí.
¿El síndrome del corazón roto tiene cura?
Este síndrome suele ser temporal y puede curarse efectivamente con medicamentos en cuestión de unas semanas.
En raras ocasiones puede causar complicaciones graves que atenten contra la vida del paciente. Por eso es importante mantener una constante comunicación con el cardiólogo, quien podrá monitorear el progreso de la enfermedad.
Si sientes dolor repentino en el pecho o dificultad para respirar, acude con un cardiólogo de emergencia, es posible que presentes el Síndrome del corazón roto o un infarto.