La disautonomía es una falla del sistema nervioso autónomo, el cual controla funciones vitales como la respiración, el pulso y la presión arterial. Debido a esto, las personas que la padecen pueden experimentar una amplia variedad de síntomas que si bien no comprometen su vida, sí afectan considerablemente su bienestar diario al no poder realizar de manera normal actividades cotidianas.
Síntomas de la disautonomía
Los síntomas de la disautonomía pueden ser tan comunes que a menudo se confunden con otras enfermedades. Algunos de los más frecuentes incluyen:
- Cansancio y debilidad
- Mareos y desmayos
- Arritmias cardíacas
- Alteraciones en la presión arterial (hipotensión o hipertensión)
- Falta de aliento
- Cefaleas y náuseas
- Sudoración excesiva
- Insomnio
Si presentas varios de estos síntomas de manera recurrente, es importante acudir con un especialista para una valoración médica adecuada.
Vivir con disautonomía: consejos para mejorar tu bienestar
Si ya has sido diagnosticado con disautonomía, puede ser una condición difícil de manejar. Sin embargo, ciertos hábitos pueden ayudarte a controlar los síntomas y mejorar tu calidad de vida:
- Mantén una alimentación donde incluyas verduras, carbohidratos y proteínas.
- Realiza ejercicio de baja o moderada intensidad de forma regular para mantenerte saludable.
- Hidrátate constantemente. La recomendación para personas adultas es de beber al menos 2 litros de agua al día.
- Consume la cantidad adecuada de sodio según indicaciones médicas.
- Consulta periódicamente a tu médico de cabecera para monitorear tu estado de salud.
- Evita la exposición prolongada a climas cálidos.
- No permanezcas demasiado tiempo de pie sin moverte.
- Evita lugares concurridos si te generan malestar.
- Divide tu alimentación en varias comidas pequeñas al día.
- Cuida el consumo de carbohidratos y azúcares.
- En algunos casos, el uso de medias de compresión puede ayudar a reducir la fatiga en las piernas.
Consulta a un cardiólogo para evitar complicaciones
La disautonomía puede afectar la función cardiovascular, provocando problemas como taquicardia, bradicardia, hipertensión o hipotensión arterial.
Por esta razón, además de acudir con un médico general o internista, es fundamental contar con la evaluación de un cardiólogo, quien podrá recomendar el tratamiento más adecuado para controlar los síntomas y mejorar tu calidad de vida.
Si ya tienes el diagnóstico de disautonomía o sospechas que podrías padecerla, agenda tu cita con un cardiólogo especialista aquí. Estamos para ayudarte.